Un nido es un espacio familiar, seguro y adaptado a las necesidades de los cuidados de los niños. Dónde un adulto les protege, les acoge, no los juzga y les ayuda a recordar las normas y los límites que nos ayudan a convivir de una forma saludable.

¿Por qué un nido familiar?

  • Porque es el espacio natural más parecido a su hogar dónde debe crecer un niño y dónde se le acompaña de forma respetuosa en su desarrollo, sin prisas.
  • Esto implica un enfoque nada directivo, se les da libertad de movimiento, respeto a los ritmos individuales, a sus necesidades y emociones. Siendo de suma importancia el juego libre, así como educar desde el ejemplo.
  • De esta manera el bebé se va desarrollando a su ritmo con una figura de apego segura que le facilita la autoconfianza en sus capacidades, lo que le ayudará a ir adquiriendo una mayor autonomía y una positiva interacción con el entorno y las personas que le rodean.