Soy Bel, madre y profesional con más de 20 años de experiencia al cuidado de niños y bebés en ámbitos muy diferentes. Mi trayectoria profesional abarca campos tan distintos como educadora a cargo de una casa de Aldeas Infantiles SOS (con niños desde los 2 hasta los 13 años), responsable del área de bebés en una guardería, cuidado de recién nacidos a domicilio (tanto en horario laboral como guardias de 24h), directora de teatro infantil, responsable de comedor infantil, etc.
El proyecto de crear un NIDO FAMILIAR es algo que tenía en mente desde que regresé a España, más en concreto cuando llegué a Vitoria en 2007 con intención de establecerme y formar una familia. Los años anteriores los había pasado trabajando con niños en distintos lugares (París, Londres, Grecia, Nueva York…) cada uno con diferente filosofía de vida pero en todos ellos aprecié un mayor reconocimiento por el trabajo del cuidado de los niños en casa que el que se percibe en nuestro país. En esos países tuve la oportunidad de conocer proyectos similares muy bien valorados y aceptados socialmente (Tagesmutter en Alemania, Il Sorriso en Italia, Assistantes Maternelles en Francia…).
Investigando la posibilidad de realizar algo similar en Vitoria, me encontré con numerosas trabas de aspectos legales, de hecho no había regulación alguna al respecto y todo eran dudas. Apenas encontré las “Casas Amigas” de Navarra o algo similar en la Comunidad de Madrid, las «Madres de Día«, pero nada dentro del País Vasco.
A mediados de 2011 empiezan a surgir noticias acerca de un proyecto de estas características en Euskadi, las Haur-etxeak (nidos familiares). Promovidas por Agintzari, una Cooperativa de Iniciativa Social especializada en el ámbito de la infancia y la familia, y declarada por el Gobierno Vasco de Utilidad Pública. En colaboración y gracias a la ayuda de la subvención del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, se pone en marcha una red de nidos para el cuidado infantil de bebés de 0 a 3 años. Para ello llevan a cabo una selección de cuidadoras a las que imparten una formación extra de 250 horas para enseñar la filosofía del proyecto, cuidados, gestión del nido, etc. Mi nido resulta ser uno de los elegidos y empieza a andar en septiembre de 2012 en Jungitu, siendo el primero en abrirse en la provincia de Álava.
Durante el año 2012 el proyecto se consolida, la demanda va en aumento, el nivel de satisfacción de las familias es muy grande, pero en septiembre de 2013 el Gobierno Vasco decide dar por finalizado el proyecto, le quita su apoyo, elimina su aportación económica y deja de lado el proyecto, con la única razón esgrimida de que “No es el momento”.
¿La crisis? ¿Razones políticas? ¿sobran plazas en las haurreskolak? Sea lo que sea quieren dar por finalizado el proyecto. En ese momento tomo la decisión de seguir adelante de forma autónoma, de manera que esta opción más natural y más personal de cuidado de bebés siga siendo viable en Vitoria. El servicio no se ha interrumpido y las familias que se encontraban en ese momento han seguido confiando en el proyecto.
Estoy convencida de que en el futuro será algo más habitual en nuestro país ya que esta alternativa la considero como la mejor opción por ser la más cercana y parecida a los cuidados y atención familiar que es lo que los bebés necesitan y se recomienda en las etapas más tempranas de su desarrollo.